También es conocido simplemente como Parkinson, es una enfermedad crónica y progresiva del sistema nervioso central que afecta principalmente el movimiento. Fue descrita por primera vez por el médico británico James Parkinson en 1817, y desde entonces se ha convertido en una de las condiciones neurológicas más comunes y debilitantes en todo el mundo.

La enfermedad de Parkinson afecta a la capacidad del individuo para realizar las actividades de la vida diaria, provocando graves limitaciones y una mayor dependencia de otras personas para realizar las tareas cotidianas. De hecho, a medida que la enfermedad progresa hacia estadios más avanzados, se hace necesaria la asistencia de un cuidador, lo que disminuye aún más su calidad de vida. Las manifestaciones clínicas de la enfermedad dificultan el rendimiento funcional de los pacientes con Parkinson, que se deteriora a medida que la enfermedad progresa y la medicación dopaminérgica pierde eficacia para controlar los síntomas de la enfermedad (Alegre y cols, 2023).

Características y Síntomas

Trastornos Motores:

  • Temblor: Es uno de los síntomas más reconocibles, generalmente comienza en una extremidad, como en las manos o los dedos, y puede observarse con más facilidad cuendo el paciente se encuentra en reposo; de ahí el término»temblor de reposo».
  • Rigidez Muscular: Los músculos se vuelven rígidos y tensos, lo que dificulta el movimiento y puede causar dolor.
  • Bradiquinesia: Esto es una reducción de la velocidad y fluidez en los movimientos voluntarios, lo que dificulta tareas cotidianas como caminar, levantarse de una silla o vestirse.
  • Inestabilidad Postural: El paciente muestra dificultad para mantener el equilibrio y la postura, lo que aumenta el riesgo de caídas.

Otros Síntomas:

  • Problemas de Habla y Escritura: El paciente puede mostrar dificultad para articular palabras claramente y mantener la escritura legible.
  • Cambios en la Expresión Facial: Hay una pérdida de expresividad facial, a menudo dando lugar a una expresión facial inexpresiva o «máscara», sin embargo, esto no significa que el paciente pierda sus emociones.
  • Trastornos del Sueño: Problemas para conciliar el sueño y mantenerlo, además de movimientos involuntarios durante la noche.
  • Cambios en la Función Autónoma: Puede haber problemas con la función del intestino, la vejiga y la presión arterial.

Síntomas No Motores:

  • Depresión y Ansiedad: Es común en las personas con Parkinson debido a los cambios en el cerebro y además, las dificultades para manejar la enfermedad (Kulisevsky, 2022).
  • Problemas Cognitivos: Algunas personas pueden experimentar problemas de memoria y dificultades para concentrarse.
  • Pérdida del Olfato: Hay una reducción del sentido del olfato.
  • Problemas de la Piel: Sudoración excesiva o cambios en la textura de la piel.

El Parkinson conduce a un mayor deterioro de las habilidades motoras y de procesamiento en comparación con adultos mayores sanos. A medida que avanzan los estadios de la enfermedad el rendimiento en las habilidades motoras y de procesamiento se deteriora significativamente entre los estadios moderados y avanzados. Según algunas escalas de evaluación, los pacientes con Parkinson no muestran un deterioro en las habilidades de procesamiento hasta etapas avanzadas, pero muestran deterioro motor en los etapas más tempranas (Alegre y cols; 2024).

Causas y Diagnóstico

La enfermedad de Parkinson se debe a la pérdida gradual de las células nerviosas en una región del cerebro que controla el movimiento, especialmente en una estructura llamada sustancia negra. Las causas exactas aún no se comprenden completamente, pero se cree que pueden involucrar factores genéticos y ambientales.

Con lo anterior, no significa que si una persona tiene un familiar directo con Parkinson entonces lo va a tener también, simplemente hay un mayor riesgo de padecer la enfermedad por la predisposición genética.

Los factores ambientales que pueden contribuir al desarrollo del Parkinson no están completamente establecidos, pero se han identificado varias exposiciones y circunstancias que podrían jugar un papel importante en el inicio o la progresión de la enfermedad. Entre los que se han investigado:

  1. Exposición a Toxinas Ambientales:
    • Herbicidas y Pesticidas: Algunos estudios han sugerido una posible asociación entre la exposición a ciertos herbicidas y pesticidas, como el paraquat y el rotenona, y un mayor riesgo de desarrollar Parkinson.
    • Metales Pesados: La exposición a metales pesados como el plomo y el manganeso, a través del trabajo industrial u otras fuentes ambientales, también se ha relacionado con un aumento del riesgo de padecerlo.
  2. Contaminación Atmosférica:
    • La exposición a contaminantes del aire, como los compuestos orgánicos volátiles y ciertos productos derivados de la combustión de combustibles fósiles, ha sido objeto de investigación en relación con el Parkinson como el caso del plomo.
  3. Consumo de Agua Contaminada:
    • La contaminación del agua con productos químicos industriales o contaminantes orgánicos también ha sido sugerida como un posible factor de riesgo ambiental.
  4. Exposición a Solventes Orgánicos:
    • Algunos estudios han explorado la relación entre la exposición laboral a solventes orgánicos, como el tricloroetileno utilizado en la industria de la limpieza en seco, y el riesgo de Parkinson.

Para hacer el diagnóstico se basa principalmente en los síntomas clínicos observados por un médico especialista, como un neurólogo. No existen pruebas específicas para confirmar la enfermedad de Parkinson, por lo que el diagnóstico se realiza mediante la observación de los síntomas y la exclusión de otras condiciones médicas que puedan causar síntomas similares.

Tratamiento y Manejo

No existe cura para el Parkinson, pero los tratamientos pueden ayudar a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas. Estos pueden incluir:

  • Medicamentos: Como levodopa, que se convierte en dopamina en el cerebro para compensar la deficiencia de este neurotransmisor. A pesar de que ningún tratamiento ha demostrado clínicamente un efecto neuroprotector convincente, la mayoría de los síntomas motores son aceptablemente manejados con fármacos dopaminérgicos.
  • Terapia Física y Ocupacional: Para mejorar la movilidad, la flexibilidad y la independencia en las actividades diarias.
  • Terapia del Habla y del Lenguaje: Para abordar problemas de habla y deglución.
  • Cirugía: Se ha usado la estimulación cerebral profunda, que puede ayudar a controlar los síntomas en algunos casos graves y resistentes al tratamiento.

Impacto en la Vida Diaria

El Parkinson puede tener un impacto significativo en la vida cotidiana de las personas afectadas, así como en sus familias y cuidadores. La progresión de la enfermedad puede variar ampliamente entre los individuos, y los síntomas pueden requerir ajustes constantes en el tratamiento y el manejo. El apoyo emocional y la educación son fundamentales para ayudar a las personas con Parkinson a mantener una buena calidad de vida y afrontar los desafíos asociados con la enfermedad.

El mal de Parkinson es una enfermedad compleja y multifacética que afecta no solo el movimiento físico, sino también diversos aspectos de la salud y el bienestar emocional. Con un diagnóstico temprano y un manejo adecuado, muchas personas pueden llevar vidas activas y significativas a pesar de los desafíos que presenta esta enfermedad neurodegenerativa.


Referencias

El impacto de la gravedad de la enfermedad de Parkinson en el desempeño de las actividades de la vida diaria: un estudio observacional. Alegre-Ayala, J; Vela-Desojo, L; Fernández-Vázquez, D; Navarro-López, V; Macías-Macías, Y; Cano de la Cuerda, R. (2023) Revista de Neurología 76, 249-255. DOI: https://doi.org/10.33588/rn.7608.2022263

Alegre-Ayala, J; Vela-Desojo, L; Fernández-Vázquez, D; Navarro-López, V; Macías-Macías, Y; Cano de la Cuerda, R. (2024) Habilidades motoras y de procesamiento en personas con enfermedad de Parkinson en comparación con adultos mayores sanos. Un estudio transversal. Revista de Neurología 78, 31-39. DOI: https://doi.org/10.33588/rn.7802.2023231

Kulisevsky. J. (2022) Tratamiento farmacológico de los síntomas motores de la enfermedad de Parkinson: actualización y recomendaciones de un experto. Revista de Neurología 75 (Supl. 4) S0-S10 DOI: https://doi.org/10.33588/rn.75S04.2022217

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